EL DUELO

 

EL DUELO EN EDADES ESCOLARES

Niño y muerte en nuestra sociedad, parecen palabras antagónicas. Hablar de la muerte a los niños o hablar de la muerte de niños es un tema difícil, especialmente en una cultura como la nuestra, en que muerte y sufrimiento se han convertido en los nuevos tabúes modernos.

Desde la docencia encontramos muchos obstáculos para trabajar este tema por parte de los padres de los alumnos, que tienden a reprochar que se dé esa información a los niños por la necesidad de protección que, personalmente no es tan necesaria. Así que en caso de fallecimiento de algún familiar de un alumno más conveniente sería que los padres mantuvieran una reunión con los docentes para informarles de aquellos aspectos del fallecimiento que consideren importantes. Independientemente del tipo de muerte y del impacto que pueda tener, los docentes necesitan saber qué han vivido los niños, qué saben, qué se les ha dicho, para así poder actuar bien a su vez, o para ofrecer  a los padres del niño información para que aborden el duelo del menor de la manera más adecuada.  

Hay  que  ser  completamente  honestos  con  el  niño/a, acompañar a un niño/a en el duelo y no apartarle de  la  realidad  que  se  está  viviendo,  con  el pretexto de ahorrarle sufrimiento. Incluso los/as niños/as más pequeños,  son  sensibles  a  la  reacción  y  el  llanto  de  los adultos, a los cambios en la rutina de la casa, del colegio, a la ausencia de contacto físico con la persona fallecida..., es decir, se dan cuenta de que algo pasa y les afecta.